miércoles, 7 de diciembre de 2016

Y qué es la amistad ....

Si algo tiene vivir lejos de la familia y de los amigos de siempre, es que aprendes a valorar más a los amigos, a los de siempre y a los nuevos.
Hace ya cuatro años que cogí maletas y emprendí una aventura fuera de mi zona de confort, de mi ciudad, donde todo era mucho más fácil porque era "lo que me había tocado", lo que tenía en mi entorno. Poco hay que esforzarse cuando tienes los amigos del cole, de la uni, círculos sociales varios en la misma ciudad, y además, van creciendo y  se interrelacionan unos con otros.
En estos cuatro años he vivido por ahora en dos ciudades, Terrassa y San Sebastián ( e Irún). Es en Sebastián e Irún donde parece que vamos a pasar nuestros próximos años, y donde está ahora nuestro hogar. Aunque echamos de menos a nuestras familias y amigos, nos estamos esforzando por hacer cosas aquí, por vivir el día a día felices, y por conocer aquí también gente nueva.Y realmente estamos muy contentos  y agradecidos, es una suerte estar juntos por fin, en la misma ciudad, los dos trabajando de los que nos gusta, y construyendo los cimientos de nuestro matrimonio cada día.

Pero es cierto que este tema me lleva rondando algún tiempo. No sé si he pasado un poco de crisis de "amistades",  aunque creo que es un tema de que vamos creciendo y madurando y que es una etapa más de la vida.
Me considero una persona que cuida a sus amigos, intento estar atenta, cuidar los detalles. Es cierto que con el tiempo esas relaciones más esporádicas o menos profundas se acaban disipando, y gente a la que tengo mucho cariño he perdido contacto por el simple hecho de la distancia.
Pero algo bueno que ha tenido esta distancia física es que las amistades fuertes se han afianzado, y se mantienen a pesar de todo. 
Así que hoy me gustaría escribir unas palabras de agradecimiento a mis amigas y mis amigos, porque realmente son un tesoro que no quiero perder.

Tú sabes que aunque no hablemos ni nos veamos todos los días,  cuando hablamos, cuando nos encontramos, es como si el tiempo no pasara.Qué fácil es encontrarme contigo, porque no tengo que ocultar nada, no tengo que aparentar, no tengo que darte ninguna explicación. 
Tú me quieres como soy: alegre, feliciana, rompetechos, alocada, cabezota, sensible,insistente. Sin peros, sin prejuicios. Gracias por escucharme y aconsejarme. Por saber decirme las cosas que piensas, aunque a veces sean duras o no sean las que yo quiero oír, pero sin hacerme daño.Por acompañarme en los momentos importantes, y en los cotidianos.
Gracias por hacer de la distancia una fortaleza, porque en ella me he dado cuenta de lo valioso/valiosa que eres. Tengo un tesoro que no quiero perder nunca.
Gracias por tu amistad. Para siempre.


Esto podría ser mi definición de amistad...

Un saludo
Elena:)

domingo, 4 de septiembre de 2016

Dejé de escribir



Dejé de escribir cuando ocupé mi tiempo de citas, historias, problemas. Cuando la vida me llevó de la mano, corriendo deprisa.
Dejé de escribir cuando pensé que no tenía nada que decir, o que era demasiado íntimo pronunciarse.O que quizá no le importaría a nadie. Porque a veces me sentía incomprendida.
Dejé de escribir cuando vi que mis problemas no eran nada comparado a los problemas del mundo...y me sentí pequeña e insignificante.
Dejé de escribir porque es más fácil no pensar, no actuar. Parece fácil, levantarse cada día y actuar por automatismo, cumplir con lo que se esperar de uno mismo, y no ir más allá. Escurrir problemas.

Pero no puedo.

El boli se deliza solo, mi alma pide salir a la calle y gritar. Me pide una concesión, una segunda oportunidad. Que no le abandone ahora, que tiene mucho que contar.
Vamos a hacer un pacto,querida alma:
Tú quieres salir como un caballo galopante y libre, narrar a borbotones y sin frenos.
Yo quiero contar, vivir, sentir. Dejar que las palabras broten para que curen, ayuden, liberen,que sean medicina.

Mi alma y yo nos volvemos a encontrar...para llenar cientos de libretas y recortes de papel, para  unirnos y no volvernos a separar.

Un día dejé de escribir sin saber lo que significaba, sin saber lo que me atrapaba.
Hoy quiero coger el rumbo y garabatear, ser alma y cuerpo, corazón y razón.
Y nunca dejar de sentir.
Ni de escribir.



Elena

lunes, 25 de julio de 2016

Punto y seguido.¡Nuestra boda!

(Si podéis leer el post mientras escucháis la canción Kamikazes enamorados de Quique González, os encantará.)

Va a hacer dos meses ya desde que nos dimos el sí quiero. Y cada vez que me pongo a ver fotos ( las oficiales aún no las tenemos, ese día va a ser como revivir la boda!) de amigos o familia que nos han enviado, me emociono como si hubiera sido ayer.
Ese día estuve feliz, feliz y feliz. No hay más palabras que lo describan. Mirar a cada lado y ver a la familia, a los amigos, a la gente sonreír y pasarlo bien fue precioso.

El momento de entrar en la iglesia y ver a mi hermano, que fue el sacerdote de la boda, y a Javi al fondo me dio mucha emoción. La sonrisa no se me iba de la cara, intentando captar cada detalle mientras caminaba con mi padre del brazo. En esos momentos solo pensaba que iba a disfrutar del momento, que esto que estábamos viviendo era único e irrepetible. Y que era nuestra boda, por fin, el día que con tanta ilusión habíamos preparado. Sentí mucha paz en toda la ceremonia, y la tranquilidad de sentirme acompañada por el Señor. La mano de Javi sobre la mía, el tener a nuestros padres a cada lado y mirarlos, escuchar a mi hermano que con tanto cariño preparó la misa y la homilía...vaya regalo. De vez en cuando me giraba a ver si era cierto, y veía a toda nuestra gente ahí, participando con nosotros, viviendo el momento.
Salió todo como habíamos preparado, incluso mejor, porque todo el mundo le puso mucho cariño.  Después vino la cena, la fiesta, los abrazos, besos y risas compartidas. Todo perfecto, estuvimos en nuestra salsa, exprimiendo cada momento y guardándolo para siempre.

Mi vida ya no es sólo mía, porque ahora hemos formado una familia, y eso es muy grande. Es una aventura, es épico. Es un sí por todo lo alto, al que nos hemos lanzado sin miedos y cogidos de la mano. Hemos decidido, delante de Dios, de la familia, de los amigos..que queremos compartir nuestra vida, y nuestro compromiso ha  quedado sellado. Grabado a fuego.


Estos meses de casados están siendo bonitos y nuevos. Estamos viviendo juntos, por fin, en la misma casa y ciudad. Hace mucha ilusión ir decorando poco a poco la casita, ponerle cosas de uno y del otro, y que tenga nuestra esencia.
Me encanta preparar el desayuno antes de ir al trabajo y decirle mientras le doy un beso que le dejo café hecho, aunque a veces me diga un sí entre sueños  y siga durmiendo. Muchas veces llego del gimnasio y tengo la cena hecha, mientras él me espera, y ese momento no lo cambio por nada.Me gusta encontrar sus cosas, que su ropa se mezcle entre la mía y olerla. Y que huela a él, pero también a mi. Me encanta tenerlo aquí, a mi lado, pero cada uno con la mente puesto en una cosa...
Pasear de la mano y hablar de los sueños, de lo que nos gustaría llegar a ser como familia, como personas. Abrir nuestro corazón.

Cuando conocí a Javi ( 2009) escribí mucho en este blog,...y hablaba de corazonadas, de intuiciones, de arriesgarse. Poco a poco y post tras post he ido narrando cómo hemos ido avanzando y llevando la distancia, los encuentros, los sentimientos. Este es un punto y seguido más,. Espero seguir transmitiendo todo lo que siento, ahora desde la vida de casada:).


No hay vía libre, es una trampa genial.
No hay vía libre, si se divide en un par.
Te obligan a que rime en un verso crucial.
Ávidos por descubrir, y nunca tienen límite
Aún quieren más,
no se permiten ir a medio gas.
Crimen racional,
siempre mide mal, causando desperfectos
Como kamikazes enamorados
Como pistoleros de sangre caliente,
juégatela un poco, valiente...

Un abrazo
Elena

domingo, 22 de mayo de 2016

Por fin Matrona!

(Copio textualmente la entrada de mi otro blog Actualidad Matrona, porque hoy la ocasión lo merece. )

Hace dos años hacía maletas y me mudaba a una nueva ciudad para cumplir un sueño, ser matrona.  Amo la enfermería, la cercanía con la gente, la conexión y vínculo que creas, lo mucho que podemos hacer acompañando y cuidando.  Gracias a esta profesión maravillosa descubrí la figura de la matrona. Y me cautivó.
Aún sin saber demasiado del trabajo de la matrona, decidí darme una oportunidad y estudiar para el examen de acceso y probar, conocer qué era. El año de estudio intenso combinado con trabajo fue cansado, intenso, y por qué no decir, también duro. En muchos momentos pensé si estaba haciendo bien, si aprobaría el examen, me surgían dudas de si era mi camino. En estos meses tuve el apoyo incondicional de mi familia, pareja, todos mis amigos, mis compis de trabajo...muchos de ellos confiaban más en mi que yo misma, y eso me servía de motor y motivación diario.

Llegó el examen, y aprobé. La elección de plazas: Matrona en Cataluña. Terrassa. No me lo podía creer. En menos de un mes tuve que hacer mudanza, buscar piso y incorporarme allí. Os imagináis que fue un cambio de 360 grados, en todos los ámbitos de mi vida.
Contaros con detalle estos dos años sería demasiado largo, y seguramente no sería objetiva, porque entran en juego sentimientos, emociones, sensaciones. Si tengo que resumirlos con una palabra diría RETO, o IRREPETIBLE, ÚNICO, SUEÑO CUMPLIDO. Al final son más de una palabra eh?jeje
Es difícil resumir, porque al pensar en estos años me vienen a la mente muchas caras de personas, todas las que han formado una mezcla con los ingredientes perfectos para llegar a ser matrona
Destacar ....
-A mis compañeras de residencia. Estoy segura de que nuestra amistad es para siempre, porque lo vivido aquí nos ha unido fuertemente. Gracias a mis CO-resis y a las mentaleras en especial.

-Toda la gente que me ha enseñado. Que es mucha. He aprendido no sólo a ser matrona, sino a ser mejor persona, a escuchar mejor, a entender mejor la obstetricia, a tener más paciencia, a aprender a tomar decisiones. Cada matrona, tutora,enfermera, ginecólogo, residente, sanitario, auxiliar,  personal de limpieza,  administrativo...cada uno de ellos han formado parte de un puzzle perfectamente encajado, del que he ido cogiendo lo mejor.

-A cada madre y padre que han confiado y que se han dejado acompañar y guiar. Desde el centro de salud y el seguimiento del embarazo, las clases de educación y postparto, el aula de lactancia, Hasta el día del nacimiento de su bebé, momento súper especial. Es un privilegio poder estar como espectadora  en estos momentos de la vida tan importantes.Es una alegría recordar tantas caras, tantos momentos.. y verles luego por la calle, que te enseñen a su bebé, que te den una sonrisa de agradecimiento o simplemente se acuerden de ti.  Por ellas y por ellos voy a seguir este blog.

-A cada bebé. Cada nacimiento que vi. Cada manita pequeña sobre el pecho de su madre. Son momentos que no se puede describir con palabras. Los guardo para mí.


Ahora  mientras escribo miro atrás y veo que este tiempo ya ha pasado. Con la habitación vacía, la maleta a medio cerrar, la cama deshecha, Toca volver a recoger.  Enfrentarse a nuevos retos y trabajos, a un cambio de vida otra vez. Pero con tantas cosas buenas en la mochila! He crecido, he madurado y me siento feliz y llena. Es inevitable sentir que me queda mucho por aprender, que soy todavía una aprendiz de la vida, y que a veces aprendo mediante ensayo y error. Pero ahí está la magia, en dejarse guiar por intuiciones, pálpitos...en caerse y levantarse cada día.

En 14 días tomo otra decisión muy importante y para siempre: me caso!!Con el amor de mi vida, que me ha acompañado entre viajes, fines de semana, encuentros y km.Que siempre está y me apoya en este sueño. Como véis, tengo la cabeza  y el corazón lleno de sentimientos encontrados, de cosas que hacer,  de cambios que vienen.   Hoy sólo quería compartirlo con vosotros y haceros partícipes.

Pronto vuelvo con temas matroniles..para vosotros!
Muchas gracias por dedicar este ratito a leer la entrada.
Un abrazo!

Elena

jueves, 21 de abril de 2016

Pasa la vida..¡y todo llega!

A un mes de acabar la residencia y ser matrona.
A un mes y medio de nuestra boda.
Sólo puedo decir...¡¡Qué ganas!!


Pasa la vida y al amanecer; 
pasa la vida sin prestarnos atención; 
aquellos días, casi no me lo podía creer, 
todo sucedía veloz. 

Pasa la vida entre nosotros dos; 
pasa la vida para verte sonreír; 
aquellos días, que regresan delante de tí, 
pintan todavía mejor. 
Aprovecha la oportunidad. 

Luces que terminan de brillar, 
miles de cerillas sin gastar, 
suben como globos de gas, 
luego todo vuelve a empezar. 

Las avenidas de tu corazón, 
que recorríamos sin nada que temer; 
aquellos días no sabía que podía perder, 
¿quién se acordaría mejor ? 

Quique González


lunes, 28 de marzo de 2016

Escribir para curarse



De pequeña, muy pequeña, dedicaba tardes a escribir cuentos. Cuentos con faltas de ortografía y a veces emborronados entre letras torcidas, pero llenos de fantasía. Vaya imaginación tenía. Sin embargo, las matemáticas nunca fueron lo mío, recuerdo lloros y frustraciones por no entender los problemas de fracciones o de divisiones sencillas.  Mi madre, con mucha paciencia, se sentaba conmigo y me ayudaba  muchas tardes a que no se me atragantaran. Nunca fueron mi fuerte, pero las llevé más o menos bien durante la etapa escolar, siempre apoyándome en esos compañeros que se les daba mejor en clase y que me echaban una mano.

Por el contrario, había asignaturas que para mí eran liberadoras.  Mi primer diario lo escribí gracias a un profesor que tuvimos en lengua en primero de secundaria.Siempre le estaré agradecida, aunque igual él no lo sabe, por darnos la oportunidad de expresarnos, de sentir, de amar la lengua y la literatura. Una de las actividades para subir nota ( se llamaban actividades actitudinales) era empezar a escribir un diario. Y ahí empecé, cada día a escribir, a pegar recortes de revistas, fotos, hasta recuerdo pegar una moneda de 25 pesetas. Lo que era una actividad escolar, un deber, se convirtió en mi aliado. Porque lo que escribía en mi libreta, nadie lo leería, y me daba libertad para expresarme y ahondar dentro de mi. Así, escribí mis primeras líneas sobre cosas banales y cosas que me parecían súper secretas y que nadie podría saber. Sobre el cosquilleo por el primer chico que me gustó, los cambios de la adolescencia, la incompresión que tantas veces sentía y que no podía explicar. Sobre las amigas y los buenos ratos que pasábamos en el cole y fuera de él. Páginas y páginas llenas de efervescencia, intensidad, sencillez en las palabras, primeros sentimientos. 


Desde los once años llevo por menos seis cuadernos. Releerlos es trasladarme y volver a sentirme como entonces, revivir momentos. Al leerlo de nuevo veo cómo he ido creciendo y reafirmando mi carácter. Y siento algo de nostalgia  mezclada con alegría, al recordar que siempre he sido feliz, y que ante todo le he sabido buscar la chispa y el lado bueno a cada vivencia. 
Estos últimos años escribo menos, me cuesta pararme más. A veces por pereza, cansancio, o por no querer indagar más, por no dar vueltas.  Y no quiero que pase. Porque en lo diminuto de una palabra, de una letra, se encierran momentos vividos que quedarán plasmados para siempre. Aunque no sea una poeta, aunque sean frases a veces inconexas...es terapia para el alma. Es medicina para un día duro, ajetreado. Es explosión de amor para momentos culmen. Es la cura a muchos problemas, el conocerse uno mismo y detectar sentimientos para poder afrontar situaciones y momentos. Unos lo descubren cantando, otros escribiendo, otros haciendo deporte...Yo  no quiero dejar de encontrar motivos para escribir.

Gracias a la Chica de los Jueves por recordármelo mientras leía su libro, que por cierto, os recomiendo ("Obras de arte y otros relatos") 

lunes, 1 de febrero de 2016

Comienza la cuenta atrás

Cuando empiezan las cuentas atrás parece que los días se pasan más despacio. Pero no puedo evitarlo, estoy deseando que llegue el 20 de Mayo y el 4 de Junio.
El 20 de Mayo será el día que acabe la residencia de matrona, y con ello, un sueño cumplido. Tras casi dos años de residencia esto llega a su fin, con un montón de experiencias en las espaldas, de aprendizajes, y de nuevos horizontes. Y me da la sensación de que esto ha sido el aperitivo de todo lo que viene, que será muy grande. Igual no es fácil, seguramente toque moverse y luchar por conseguir trabajo, pero no dudo que aprenderé mucho por el camino, y que conseguiré poco a poco hacerme un hueco en el mundo sanitario haciendo lo que me gusta: ser matrona!.

Y el 4 de Junio, ese día sí que va a ser un día grande. La traca grande que suena al final de una mascletá. La explosión de fuegos artificiales. El culmen para acabar una etapa y empezar otra apasionante, Javi y yo. El día 4 de Junio nos daremos el SÍ QUIERO ante toda la gente que queremos. Ya estamos con los preparativos, con los detalles, imaginando cómo será el día en que por fin unamos nuestra vida para siempre. Llevamos seis años de relación en los que entre otras muchas cosas hemos viajado mucho...miles y miles de Km en todos los medios de transporte posibles.  Me hace muchísima ilusión despertarme cada día a su lado y que no llegue el momento de separarnos ni de despedirnos, llegar de trabajar y contarnos el día, cocinar juntos, ver una peli...cosas cotidianas que ahora cuando las vivimos son casi extraordinarias.
 Es bonito también el vivir a flor de piel, porque la distancia enseña a valorar cada gesto, a amar intensamente y con mucha ilusión. En la distancia también he aprendido a relativizar, a darle la importancia que tienen a los problemas, sin exagerar o infravalorar. Los kilómetros de por medio hacen que las esperas sean más bonitas, que los días que nos vemos estén súper aprovechados y hagamos cosas diferentes.


He hecho ya el calendario de los próximos cuatro meses, y ante todo lo que tengo es ..¡Mucha ilusión! Este tiempo que queda va a ser duro, intenso y con mucho trabajo. Pero la recompensa va a ser muy grande. Estoy preparada para lo que me echen!

Un besito!
Elena