lunes, 25 de julio de 2016

Punto y seguido.¡Nuestra boda!

(Si podéis leer el post mientras escucháis la canción Kamikazes enamorados de Quique González, os encantará.)

Va a hacer dos meses ya desde que nos dimos el sí quiero. Y cada vez que me pongo a ver fotos ( las oficiales aún no las tenemos, ese día va a ser como revivir la boda!) de amigos o familia que nos han enviado, me emociono como si hubiera sido ayer.
Ese día estuve feliz, feliz y feliz. No hay más palabras que lo describan. Mirar a cada lado y ver a la familia, a los amigos, a la gente sonreír y pasarlo bien fue precioso.

El momento de entrar en la iglesia y ver a mi hermano, que fue el sacerdote de la boda, y a Javi al fondo me dio mucha emoción. La sonrisa no se me iba de la cara, intentando captar cada detalle mientras caminaba con mi padre del brazo. En esos momentos solo pensaba que iba a disfrutar del momento, que esto que estábamos viviendo era único e irrepetible. Y que era nuestra boda, por fin, el día que con tanta ilusión habíamos preparado. Sentí mucha paz en toda la ceremonia, y la tranquilidad de sentirme acompañada por el Señor. La mano de Javi sobre la mía, el tener a nuestros padres a cada lado y mirarlos, escuchar a mi hermano que con tanto cariño preparó la misa y la homilía...vaya regalo. De vez en cuando me giraba a ver si era cierto, y veía a toda nuestra gente ahí, participando con nosotros, viviendo el momento.
Salió todo como habíamos preparado, incluso mejor, porque todo el mundo le puso mucho cariño.  Después vino la cena, la fiesta, los abrazos, besos y risas compartidas. Todo perfecto, estuvimos en nuestra salsa, exprimiendo cada momento y guardándolo para siempre.

Mi vida ya no es sólo mía, porque ahora hemos formado una familia, y eso es muy grande. Es una aventura, es épico. Es un sí por todo lo alto, al que nos hemos lanzado sin miedos y cogidos de la mano. Hemos decidido, delante de Dios, de la familia, de los amigos..que queremos compartir nuestra vida, y nuestro compromiso ha  quedado sellado. Grabado a fuego.


Estos meses de casados están siendo bonitos y nuevos. Estamos viviendo juntos, por fin, en la misma casa y ciudad. Hace mucha ilusión ir decorando poco a poco la casita, ponerle cosas de uno y del otro, y que tenga nuestra esencia.
Me encanta preparar el desayuno antes de ir al trabajo y decirle mientras le doy un beso que le dejo café hecho, aunque a veces me diga un sí entre sueños  y siga durmiendo. Muchas veces llego del gimnasio y tengo la cena hecha, mientras él me espera, y ese momento no lo cambio por nada.Me gusta encontrar sus cosas, que su ropa se mezcle entre la mía y olerla. Y que huela a él, pero también a mi. Me encanta tenerlo aquí, a mi lado, pero cada uno con la mente puesto en una cosa...
Pasear de la mano y hablar de los sueños, de lo que nos gustaría llegar a ser como familia, como personas. Abrir nuestro corazón.

Cuando conocí a Javi ( 2009) escribí mucho en este blog,...y hablaba de corazonadas, de intuiciones, de arriesgarse. Poco a poco y post tras post he ido narrando cómo hemos ido avanzando y llevando la distancia, los encuentros, los sentimientos. Este es un punto y seguido más,. Espero seguir transmitiendo todo lo que siento, ahora desde la vida de casada:).


No hay vía libre, es una trampa genial.
No hay vía libre, si se divide en un par.
Te obligan a que rime en un verso crucial.
Ávidos por descubrir, y nunca tienen límite
Aún quieren más,
no se permiten ir a medio gas.
Crimen racional,
siempre mide mal, causando desperfectos
Como kamikazes enamorados
Como pistoleros de sangre caliente,
juégatela un poco, valiente...

Un abrazo
Elena