lunes, 23 de noviembre de 2009

Parar



Necesario y vital. Necesitamos parar este motor sin freno, el ritmo frenético de hacer las cosas por inercia, el decidir las cosas por impulsos, por lo que opine mayoría..vivir al límite.
Y hoy he parado un poquito, que ya tocaba.
Y me he dado cuenta de que el cansancio hace mella, y que cuando estoy cansada, ni tengo la misma sonrisa, ni las mismas ganas, ni las mismas fuerzas para el día siguiente. Así que por fin, después de que tanta gente me lo diga cada día, he tomado la decisión por mi misma. Tiempo para los demás, pero también para mi. Por lo menos, por lo menos..20 minutillos al día, que no es nada.

Estoy feliz, de verdad. Muy tranquila con muchos temas de mi vida que antes me agobiaban (mi futuro en general, el tiempo a los demás..), porque doy todo lo que puedo a cada momento.
Tengo presente que he de cuidar más a mis amigos, a los que tengo cerca. Tengo que estar más en casa, que me echan de menos. Tengo que dedicar tiempo a escribir, a pensar,a coger la guitarra, a coger un buen libro y engancharme. Pero una cosa tras otra, sin olvidarme pero sin dejar que me abrume.

La felicidad(o al menos, lo que me hace estar y ser feliz), es lo pequeño.Últimamente son muchas pequeñas cosas...y más este fin de semana:

Que me recoja de la estación de autobuses un sábado a las 6 de la mañana, cuando podía haberse quedado durmiendo.
Que me reciba con lo que más me gusta, una caja de bombones, una sonrisa enorme y un beso.
Tener una sonrisa permanente.
Caminar por la calle y oler a mar, a sal marina.Y respirar.
Estar tranquila, dejar que mis inseguridades se conviertan en confianza plena.
Tener la seguridad de que es lo que quiero hoy, ahora,mañana, de que esto es para mi.
Saber que me quieren así,con todo.


Y esta foto es la mayor alegría diaria, el milagro de crecer...

viernes, 6 de noviembre de 2009

Podría hablar de...

Intento buscar sentido a las cosas que hago, querer lo que hago, y hacer lo que hago con amor. Y hay días que cuesta. Pero con eso, soy súper feliz.

Contaría hoy tantas cosas...os hablaría del curro, de todo lo que estoy aprendiendo en él. Del pequeñín Dani cada día más grande, de Xaire y las cientos de horas dedicadas esperando transmitir a los chavales algo. Os hablaría de los madrugones en tren, del calor que hace en Valencia en Noviembre, de mis amigas y las ganas que tengo de verles más a menudo, de mi familia, papis, hermanos...de las preocupaciones cotidianas, de las búsquedas constantes, de las dudas que me asaltan, de la fe, de Dios y sus inexplicables caminos . Os hablaría de miles de cosas.

Pero quiero hablaros de una persona. Y hoy sólo de él, porque sí.
Porque así, en el día a día y en lo más cotidiano, está. NO hace falta ocultar mi estado de ánimo si estoy enfadada, o saltar de alegría si la ocasión lo requiere. Soy yo misma, sin máscaras ni preocupaciones. Y él también. Cuando estamos juntos somos capaces de todo. Tenemos muchos sueños, planes, tenemos ganas de comernos el mundo,juntos! Poco a poco vamos descubriendo y descubriéndonos...y eso es la emoción de cada día, aprender juntos.
¡Una pasada!
Y tener la buena corazonada, el sentimiento de que las cosas van y van a ir bien. Y que mientras haya comunicación, las cosas fluyen.

Y se llama Javi. Y es increíble...empanado a veces, gracioso, dormilón, sencillo, claro, divertido, humilde, sincero, bueno, guapo.... Y se ha ido a juntar con una alocada charlatana, torpona, que no para quieta. ¡Buena combinación!

Confesiones de un viernes cualquiera.


UN besote!!