martes, 23 de septiembre de 2014

Te prometí

Te prometí la luna, pero no te la pude alcanzar.
Te prometí el cielo y las estrellas, mas ahí arriba siempre permanecerán.
Te prometí que cambiaría, pero me ha ganado el pulso la debilidad.
Hoy vengo con las manos vacías y la cabeza gacha.
Fallé en mis promesas, entiendo que ya no quieras saber de mi nada.

Tuvo que venir la serpiente que me encantó,
el lobo que con su arte me engatusó,
el león que al enseñar sus fauces me asustó.
Tuvieron que decirme a los ojos que yo no era yo,
si no seguía las llamadas, si no escuchaba al corazón.

Pero yo, siempre cuadriculada, siempre buscando tener la razón.
Aunque todo llega, y a mi lado él un día se sentó.
Con su media sonrisa, la calidez de sus manos y
la humildad de su mirada, apareció y me encandiló.

Mi salvador llegó sin alas, ni coronas, hecho todo de amor,
a medida para todos los males que habían crecido en mi interior.
Y purifiqué mi vida, tiramos muros, trastos viejos,
construimos desde los cimientos nuestra vida,
en una misma dirección.

Tú me has dado la sal a mi vida,
contigo solo quiero ser yo misma,
lanzarme al vacío sin pensar,
coger tu mano y sentir tu calor y seguridad.

Gracias.

                                                                                            Elena

domingo, 7 de septiembre de 2014

Patinando en la playa





¿Me sigues?
Me giro para ver que vas detrás de mi.
Ahí estás, queriendo ser mayor y aprendiendo a pasos agigantados. 
Buscando la mirada cómplice de la tía,
 y tendiéndole la mano,
 para que te ayude a bajar esa cuesta que aún te asusta un poco con los ruedines.
Eres muy grande para lo pequeño que eres. 
Me sorprendes entre conversaciones de dinosaurios o animales,
sacando tus mimos y sonrisas,o tus preguntas indiscretas,
siempre queriendo saber más.
A veces también sacas los dientes, cual león feroz,
conociendo tus impulsos y luchando con tu niño interior.
Sólo quiero que sepas que iré delante de ti, 
a lo lejos pero visible, 
dejando un espacio para que descubras lo que está por venir.
Y que te quiero con locura de tía, 
te estaría abrazando todo el día.

Elena