miércoles, 18 de enero de 2012

Te doy mis manos vacías

Cuando me pongo ante Él, cuando me siento a contemplar, a escucharle...me siento vacía. Siento que mi vida es un tira y afloja, entre la coherencia, el tesón, el día a día. Me pongo delante del Señor y me doy cuenta de que seguirle es lo que me llena, descubrirle en los demás lo que me ayuda cada día. Pero que ser cristiano no es solo eso. Es dar el callo, cada momento, cada minuto. Y no sólo lo "bonito" que es sentir a Dios en los demás, en la naturaleza, en la vida.

Ser cristiano de verdad es difícil...me cuesta. Días como hoy, me doy cuenta de que el Señor está siempre que acudo a ÉL, y que lo que siento no es sentimiento de culpa ni de castigo, sino ganas de actuar, de vivir el Reino cada día. Pero que siempre que me pongo ante él descubro que él también me pide, me demanda, y me dice: ¡despierta!

Hoy Señor, te doy mis manos vacías, pero llenas de ganas de trabajar, de construir, de amar. Tengo sed de ti, quiero respuestas a tantas dudas que me afloran, a tantas incertidumbres que se asoman...sé que tú no me darás la respuesta de un día a otro, pero que me acompañarás en cada paso. Ayúdame a ser paciente, a vivir las cosas en su hora y en su momento...que todo llegará, si es lo que tú quieres de mi.

Gracias por darme tantas personas que me quieren, reflejo de ti, porque soy inmensamente feliz...Estos días en Sanse con Javi han sido de tranquilidad, de descanso, y de estar juntos, un tesoro!



1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso es lo lindo de ser cristianos: siempre tenemos motivos para sacar los pies de la arena y seguir caminando! Nuestras manos están vacías, pero no necesitamos más que de Dios para llenarlas(sólo Dios basta!!).
No hay más vuelta que darle, ÉL nos conduce! :)
Abrazote, en Jesús.