viernes, 6 de noviembre de 2009

Podría hablar de...

Intento buscar sentido a las cosas que hago, querer lo que hago, y hacer lo que hago con amor. Y hay días que cuesta. Pero con eso, soy súper feliz.

Contaría hoy tantas cosas...os hablaría del curro, de todo lo que estoy aprendiendo en él. Del pequeñín Dani cada día más grande, de Xaire y las cientos de horas dedicadas esperando transmitir a los chavales algo. Os hablaría de los madrugones en tren, del calor que hace en Valencia en Noviembre, de mis amigas y las ganas que tengo de verles más a menudo, de mi familia, papis, hermanos...de las preocupaciones cotidianas, de las búsquedas constantes, de las dudas que me asaltan, de la fe, de Dios y sus inexplicables caminos . Os hablaría de miles de cosas.

Pero quiero hablaros de una persona. Y hoy sólo de él, porque sí.
Porque así, en el día a día y en lo más cotidiano, está. NO hace falta ocultar mi estado de ánimo si estoy enfadada, o saltar de alegría si la ocasión lo requiere. Soy yo misma, sin máscaras ni preocupaciones. Y él también. Cuando estamos juntos somos capaces de todo. Tenemos muchos sueños, planes, tenemos ganas de comernos el mundo,juntos! Poco a poco vamos descubriendo y descubriéndonos...y eso es la emoción de cada día, aprender juntos.
¡Una pasada!
Y tener la buena corazonada, el sentimiento de que las cosas van y van a ir bien. Y que mientras haya comunicación, las cosas fluyen.

Y se llama Javi. Y es increíble...empanado a veces, gracioso, dormilón, sencillo, claro, divertido, humilde, sincero, bueno, guapo.... Y se ha ido a juntar con una alocada charlatana, torpona, que no para quieta. ¡Buena combinación!

Confesiones de un viernes cualquiera.


UN besote!!

4 comentarios:

Ceci dijo...

Confesiones de un viernes cualquiera... enamorada!!

Besos guapa, no hay nada más bonito que trabajar para todo lo que cuentas dure...

maryi dijo...

qué bonito helen.
me alegro mucho verte tan feliz.

caballerotrueno dijo...

Estás viva. Me alegro. Por ti. Por Javi.

Besos

Daniel dijo...

Mi amado es apuesto y sonrosado,
se distingue entre diez mil.
5:11 Su cabeza es un lingote de oro puro, sus cabellos son ramas de palmera, negros como un cuervo.
Sus ojos son dos palomas junto a una corriente de agua, que se bañan en leche y se posan sobre un estanque.
Sus mejillas son canteros perfumados, almácigos de hierbas aromáticas. Sus labios son lirios
que destilan mirra pura.
Sus manos, brazaletes de oro,
adornados con piedras de Tarsis.
Su vientre, un bloque de marfil,
todo incrustado de zafiros.
Sus piernas, columnas de alabastro,
asentadas sobre bases de oro puro.
Su aspecto es como el Líbano,
esbelto como los cedros.
Su paladar rebosa dulzura
y todo en él es una delicia.
Así es mi amado, así es mi amigo,
hijas de Jerusalén.

Cantar de los cantares 5,10-16