domingo, 20 de noviembre de 2005

Escúchame,sólo eso

Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a aconsejarme,

no estás haciendo lo que te pido.

Cuando te pido que me escuches y tú empiezas

a decirme que yo no debería sentirme así,

no estás respetando mis sentimientos.



Cuando te pido que me escuches y tú piensas

que debes hacer algo para resolver mi problema,

estás decepcionando mis esperanzas:

¡Escúchame!, todo lo que pido es que me escuches,

no que me hables ni que te tomes molestias por mí.



Escúchame, sólo eso.

Es fácil aconsejar, pero yo soy un incapaz

Cuando haces por mí lo que yo mismo puedo y tengo necesidad de hacer,

no estás haciendo otra cosa que atizar mis miedos y mis inseguridades



Pero cuando aceptas simplemente que lo que siento

me pertenece a mí, por muy irracional que sea,

entonces no tengo por qué tratar de hacerte comprender más,

y tengo que empezar a descubrir lo que hay dentro de mí.



ANÓNIMO


Me encanta esta oración-reflexión. La tengo en la pared de mi cuarto, nos la dieron hace mucho en Xaire y no sé,es muy cierta. Nos sabemos escuchar,sólo nos preocupamos x nosotros, y nuestros problemas, y nuestras cosas..y yo la primera. MIles de veces,me atormento yo sola con mis cosas, y no me doy cuenta a que a lo mejor mi amiga , que la tngo al lado está peor que yo...o no sñé, voy a contarle un problema aa gluien que croe queme puede escuchar y comprender, y lo úncio que consigue es que me sienta peor, o que me juzgue,sólo quiero que me escuches!Escuchemos, pero sin juzgar. me recuerda al libro de Momo, os lo recomiendo. Era una niña que lo que mejor sabía hacer del mundo era escuchar. la gente acudía a ella, y ella les escuchaba, no hablaba y ni les aconseejaba, sólo escuchaba. Leedlo.

Elena

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola nena!, eso que has escrito me encanta, y me hace pensar...La verdad es que soy una de esas personas que muchas veces se pierde en el hablar y no escuchar, que muchas veces prefiere oir sin prestar demasiada atención...Todo esto me dificulta vivir algunos momentos con la intensidad que merecen. ¡Escuchar es tan importante!, como futura educadora me planteo que a nuestros pequeños les enseñamos a leer, a escribir, a sumar y a restar...pero se nos olvida enseñarles la importancia de saber escuchar, y no solo escuchar lo que nos dicen, sino también escucharnos a nostros mismos como nos merecemos.
Y también...saber escuchar a Dios.Ahí queda,besitos.

Anónimo dijo...

aunque no lo creas
se te lee:)

Daniel dijo...

Escuchar incondicionalmente, escuchar así es una forma de amar sin condición. Exige renunciar a sí mismo, a mis discursos, mis prejuicios, mis ganas de ser útil, querido y necesario, exige poner la atención en el otro, porque lo vale, porque quieres amarle.
Es difícil, pero, ¿quién dijo que amar era fácil?