¿Cómo se transmite a Dios?
¿Lo estamos haciendo bien?
Soy monitora de Xaire de 4º de la ESO, una edad complicada en la que los chavales comienzan a asentar su personalidad, decidir sus amistades, decantarse por un camino entre varios. Nosotros, como monitores de tiempo libre pero sobre todo como monitores de Fe, educamos en los valores cristianos, en las experiencias de Dios, en vivir las cosas con sentido.
Después de la convivencia con ellos este pasado fin de semana, rumio lo vivido y me planteo nuevos retos para nosotros los monitores.
NOs cuesta mucho que aprendan el silencio. El silencio como modo de respeto a las demás personas, como espacio de interiorización personal y de crecimiento, como lugar donde descubrir llamadas, sensaciones, sentimientos.
Y el silencio es lo básico. Si no hay silencio nunca habrá respeto ni mucho menos interiorización.Y sin interiorización tenemos todo perdido.
Les hemos explicado esto cientos de veces, de todas las maneras, les hemos hecho mil y una dinámicas para que lo comprendan. Pero hay algo que no hacemos bien, porque avanzamos muy despacio, y porque ellos siguen sin ver importante la oración o el mirar dentro de uno mismo.
A mi como educadora me preocupa. Hacemos esfuerzos enormes pero aún así se nos escapa de las manos. Llegamos a ellos, les conocemos, nos lo pasamos fenomenal, pero nuestro objetivo educativo no se cumple. 4º de ESO es el año de cambios, de buscar y encontrar. Nosotros en Xaire les pedimos que no desistan, que busquen, que miren dentro de ellos mismos. Que aprendan a escuchar el silencio.
Así que en estos casos no puedo más que depositar mi confianza en el Señor. Porque medios tenemos y los utilizamos, ganas también, ilusión siempre.
Señor, te pido que estés cerca de cada uno de nuestros 32 chavales. Llámales, muéstrate en sus vidas, ojalá descubran la maravilla que es tu presencia. Danos fuerzas para no desistir en esta misión y para que seamos testigos fieles de ti, de alegría y fe.