No necesitas jurar amistad eterna. Simplemente sé amigo. Aceptad el don que sois uno para el otro y calentaos con el resplandor de tal milagro.
No importa si tu amistad es grande o pequeña, alta o baja, o redonda, complicada o sencilla. La amistad se da en todo tamaño, forma y color imaginable.
Da a tu amigo sin esperar nada a cambio. El don más gratificante se realiza sin expectación ni preocupación por el resultado.
Permite que tu amigo te ame. Sólo puedes dar lo que has recibido. Cuando tu amigo llama a tu corazón con amor, dale la bienvenida dentro de tu ser siempre sediento de amor.
Fin de semana de recargar pilas, dosis de amigos y familia a tope. Tenía ganas de bromas, risas a todas horas, hablar de todo, y reírnos por nada. Disfrutar de lo pequeño, y sentir que que les echaba mucho de menos, pero que están muy cerca. Ahora a seguir el día a día, a disfrutar de esta ciudad, de la vida aquí, de las visitas, de los amigos. A dar y a darme.
¡Un abrazo!
Elenita