viernes, 9 de noviembre de 2007

¡Corre!

Vivimos acelerados
dejando que pasen experiencias por nosotros, dejando que pasen de puntillas oportunidades que aprovechar,momentos de crecer, y de vivir de verdad.
Me fascina la idea de viajar, apuntarme a cualquier aventura que surga, vivir experiencias que merecen la pena. Pero no quiero que todo eso pase por mí sin más, quiero llenarme de lo que vivo y aprovechar al máximo todo lo que hago.

Parece que cuando tenemos a nuestro alcance todo lo que queremos, le quitamos importancia y valor, y pasamos a tomarlo como algo casi cotidiano.No hace falta irse de viaje cada dos por tres ni probar a todas horas cosas nuevas, porque lo esencial está en el día a día.Claro que sí, todas las experiencias nuevas son bienvenidas, y más cuando te enriquecen, te plantean nuevos retos, te hacen mirarte por dentro y crecer.Pero,a veces siento la necesidad de huir, de no afrontar las dificultades, de escoger el camino fácil...de cogerme la mochila e irme por ahí. Y eso es hipócrita. Eso es dejar todo lo que "no me gusta" aparcado y ser una cobarde.

Y eso me alarma. Quiero aprender a disfrutar de lo pequeño, de lo cotidiano. Me gustaría tener más valor, más coraje y vivir todo con intensidad, dándole realmente el sentido que tiene.
Tengo mucho de lo que empaparme y aprender. No hace falta irme lejos, lo tengo en mi casa. Miro a mi madre y veo una lucha constante, un coraje que es digno de admirar, una fuerza interior que sólo puede venir de la confianza en Dios. Miro a mi padre y siento unas ganas enormes de acercarme a él, de adentrarme en "su mundo", de comprenderle un poco más, de aprender de su testimonio vida.Miro a mi hermana, sacando adelante su vida, haciendo esfuerzos por crear una familia, y la veo feliz.Miro a mi hermano y siento esa paz que nos da a todos; ofrece su trabajo, su vida, todo lo que es, a Dios; desprendiendo una alegría profunda que cala hondo.
¿No es increíble? ¡No puedo más que sentirme afortunada!


"Quienes la vida dieron, te invitan a entregarte, dando tu vida, desviviéndote en el darte"

Después de la peregrinación a Roma aún no había escrito por aquí, porque quería dejar reposar sentimientos, que la experiencia me calara y me diera que pensar. Y sí, me ha servido mucho. He aprendido de este viaje que no hay mejor manera de vivir que DANDO LA VIDA, siendo uno mismo, siendo transparente, entregado a los demás, teniendo a Dios como centro. He vuelto a casa con mi ganas de servir, de ser misionera en todo lo que hago, en la facultad, en mi casa, con mis amigos, con las personas que quiero..he vuelto a casa con la convicción de que eres más feliz en la medida que das lo que eres a los demás.


¡Tiempo de reír!

Que no se me olvide lo importante...(lo esencial es lo interior)

UN beso a todos!!

5 comentarios:

Noe dijo...

¡¡Ea!!gracias Elenius, me encanta tu reflexión.
Ya sabes lo importante que es para mi lo cotidiano, el ser misionera en lo cotidiano. Porque es ahí donde reside nuestra vida, nuestro día a día. Y es de ahí de la fuente que bebes para salir al mundo, para coger la mochila y viajar, para los campamentos, para los voluntariados...y éstos a la vez también te calman la sed para poder vivir extraordinario en lo cotidiano.
Vamos, que la cosa es cíclica, que sin lo cotidiano no nace lo extraordinario, y a la inversa, porque para lo cotidiano también precisamos de esos "momentos extraordinarios" que cargan las pilas.

Bua, vaya rayada que te he soltado y todo para decirte que: "Sos una personita genial"

Noe

Anónimo dijo...

Como dice San Agustín "la medida del Amor es AMAR sin medida".

Cuanto más ames, eres menos tu y eres más de Dios.

Preciosa reflexión.

un abrazo

Anónimo dijo...

"Parece que cuando tenemos a nuestro alcance todo lo que queremos, le quitamos importancia y valor, y pasamos a tomarlo como algo casi cotidiano"; por eso, "no hay mejor manera de vivir que DANDO LA VIDA".

No sé cómo lo consigues pero, cada vez que te asomas a este rinconcito para regalarnos un poco de lo mucho que te arde bien adentro, sin apenas pretenderlo logras tocarnos con montones de perlas de las que vale la pena custodiar en el corazón para dejarlas madurar y crecer.

Gracias mil.

Sin prisas. Disfrutando ;)

Anónimo dijo...

Gracias por tus palabras elenita!!
Con las prisas del día a día no nos damos cuentas de las cosas fundamentales, que pasan por nuestro lado sigilosamente y nosotros sin estar atentos.
Porque sin prisas todo sale mejor.
Un besito mu fuerte! No me olvido de ti!

Anónimo dijo...

Hola, soy nueva en esto, estoy creando mi blog, aunque recién empezando a armarlo. Una vez que esté listo, te aisaré por si querés pasar.
El otro día me detuve a pensar un poco en esto que planteás, de que nos tomamos las cosas de manera cotidiana y no podemos darnos cuenta del valor que tienen las cosas que hacemos, de las que nos damos cuenta una vez que ya no están, es triste que pase, y eso sí que es cotidiano! nos pasa siempre.
Entré de casualidad porque estoy buscando ayuda para poner mi foto en mi perfil de blog, la verdad que no consigo cómo hacerlo! Entré a foros, cargué mi foto en sitios web... aún así no hay chane!
Si sabés cómo, te pido que me ayudes. Me ubicás en www.fotolog.com/inpiyis o en melisa.imb@hotmail.com
Gracias, y suerte!!
Lindo blog!