sábado, 10 de marzo de 2007

Confía en la duda

¡Buenas!Después de casi un mes sin escribir nada, he vuelto.Desde el último post han pasado muchas cosas: la convivencia con los chavales de Xaire, la vida diaria a tope, nuevo cuatrimestre en la uni, ejercicios espirituales de jóvenes, velada de monitores...¡y en breve las fallas!

Creo que en el día a día voy muy acelerada, dejando que la vida pase por mí, y no yo por ella, sin saborear cada momento ni disfrutando de verdad. Los ejercicios espirituales fueron un momento importante, de poner las cosas sobre la mesa, de pararme y plantearme cosas que rondaban mi cabeza.
La verdad es que los cogí con muchas ganas y me sirvieron un montón.Me los tomé como un fin de semana de desconectar y convivir. Un pequeño tiempo para pensar en todo lo que llevo de año, para ver con un poco más de claridad mis dudas y mis interrogantes, que son muchos.

Y lo que realmente buscaba en esos ejercicios era vaciarme por dentro, para recibir al Señor. Dejarme llevar por Él, y confiar, que tanto me cuesta. Arriesgar y apostar. Poner mi vida en sus manos, y que él me lleve.
En medio del interrogante que tengo en tantos aspectos de mi vida, en medio del barullo diario, de mi cabeza desordenada,el señor siempre está, incluso cuando no quiero que esté.
El fin de semana tuvo muchos ratos de tiempo personal, de reflexión. Me llevé mi libreta, y en uno de esos ratitos, escribí esto, que representa un poco como me siento últimamente en mi vida, con tantos cambios, tanta novedad...
Espero que os guste.


La duda

Las crisis nos hacen más fuertes
Una pregunta no siempre tiene respuesta,
sólo basta que nos sirva para avanzar, para dar un paso más.

Las dudas nos traen más dudas,
nos cuestionan,nos miran con lupa,
nos desnudan para mirarnos de verdad.

La duda no es obstáculo, es avance.
Es buscar a pesar de no entender nada,
es soñar que la luz llegará.

Dudar es crear posibilidades.

Querer enfrentarse a las crisis nos enaltece,
nos hace más fuertes, nos llena. Y forma parte de nuestra vida.

Quiero seguir cuestionándome, haciendo estos parones,
rompiendo mi rutina para verme de verdad.
Señor,enséñame a dudar creciendo,y descubriendo lo esencial, lo que hay que cambiar.




Elena


3 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces tenemos demasiadas preguntas... ¡Echa a andar! ¿Cuando vuelvas la vista atrás, en el camino, verás que las preguntas han desaparecido!

Besos

Noe dijo...

Y en esos momentos de duda, de incertidumbre es cuando una es más ella misma, ¿no crees? Porque sabe cuestionarse, porque apuesta por el encuentro con ella misma.
Porque dudar no es cómodo, ni fácil, pero ayuda a caminar y a superar cada momento con alegría, con ilusión.
me alegro, mi niña, que ese pequeño parón para coger aire fuera bien. El Señor está a tu lado, lo sabes, aunque a veces sientas que los días pasan volando, pero si puedes con todo es porque Él te lleva en brazos, seguro.
Un besazo enorme, y gracias por compartir lo que eres y estar, así nos permites ser y conocerte.

Anónimo dijo...

Este libro de La Historia Interminable lo lei de pequeñito, me encantó y me sumergió en un mundo de fantasía. Gracias por hacer que lo recuerde... mi primer gran libro. Besitos!!