lunes, 24 de octubre de 2011

23 otoños....

Me levanto con una sonrisa en la cara...¡sólo puedo dar gracias!
Un año más se suma a mi mochila de la vida. Empieza mi año 24 en el mundo. Y quiero más, quiero cumplir muchos años, para seguir viviendo con intensidad, con alegría, descubriendo tantos motivos por los que levantarse cada mañana.
No me cansaré de repetirlo, soy feliz, la vida con alegría y con esa pizca de optimismo se torna diferente. Merece la pena caminar, embarcarse en aventuras. No abandonar lo que cuesta, luchar por lo que realmente quiero. Cuidar y sobre todo tener presente a quienes tengo más cerca...ampliar mi Yo a Nosotros, Ellos. Ser capaz de vivir dando a los demás algo de mi, no quedarme mirándome los pies. ¡Hay que mirar más allá!

Veintitrés es todavía una pipiola en el mundo, pero a la vez una personita que ya ha pisado el mundo estudiantil y laboral, que está aprendiendo constantemente a amar, a cuidar a los que más quiere, a elegir caminos, a buscar a Dios en todo lo que hace...a buscar el sentido a cada día.

Quiero seguir aprendiendo, creciendo, errando, perdonando y pidiendo perdón., sonriendo mucho..¡viviendo cada día!

¡Un besote grande!




sábado, 1 de octubre de 2011

Remite: tu nieta

Hoy hemos hablado por teléfono. No sabes muy bien si trabajaba hoy o no, pero tú siempre preguntas, y siempre me dices que tenga cuidado con el coche, que está lejos. Hemos hablado de si  has comido bien, si estabas animada y con fuerzas, y nos hemos mandado un beso hasta mañana que te llevaré la comida a casa. Te tengo siempre en mi pensamiento.

Saber que tienes una enfermedad que poco a poco de irá robando recuerdos es triste. Tú guardabas la esperanza de no tener la enfermedad que como tú dices  mató a tus hermanos. Pero el médico, franca y a mi parecer, muy poco sensiblemente, te dijo las cosas tal y como estaban. Alzheimer. Enfermedad degenerativa: empezarás por olvidarte las palabras, por trabarte al hablar, y progresivamente se te olvidará vestirte, o lavarte, o conocernos. 

Creo que eres una mujer muy fuerte. Has pasado un infarto, una rotura de cadera,seis partos, varias operaciones. Y siempre has salido adelante, a flote. Desde que murió el abuelo tu vida ha sido más solitaria, y te has creado el mundo de tu casa, donde no necesitas salir a la calle para vivir, te basta tu comida, la tele, y tu espacio.
Por suerte, siempre hemos estado cerca, física y espiritualmente. Nos une un parentesco y un cariño especial. Contigo siento que eres parte de mi misión y mi labor diaria. Creo que te tengo que cuidar porque  simplemente lo necesitas. Agradeces tanto quince minutos de diarios de hablar, tomar un café, de contarnos simplemente el tiempo, o alguna batallita. Sueles decirme  que qué perdida estoy, o que ya me había olvidado de ti...pero siempre te digo que no, que nunca me olvido, que es que trabajo mucho y cuando libro voy a ver a Sanse. Y tú dices que no me preocupe por ti, que estás bien y que no me quieres molestar, que Alfredo va todos los lunes, y que menos mal que está él también.Tienes a mucha gente que te quiere, y que cuida tus pasos.

Nos espera un proceso duro, pero voy a estar cerca de ti, sé que nunca se te va a olvidar mi nombre, ni mi cara. Estoy segura de que no vas a perder tu fortaleza. No quiero que estés triste por si este no ha venido a verte o por qué va a ser de ti cuando te empieces a olvidar más....vive cada día, disfruta de cada momento, no pienses por lo que va a pasar de aquí un mes o un año...iremos solucionando todo, ya verás. Nunca te voy a dejar sola,abuela.


Te quiere mucho, muchísimo
Tu nieta